Por Marcelo Lobos, Fundador 2talk.

Continuando en el contexto de los 7 pasos para una reunión efectiva, es decir, que cumpla con nuestros objetivos y expectativas, he desarrollado en detalle los 5 primeros requisitos; propósito, estrategia, alineamiento, ambientación y acuerdos. Éste último nos lleva al sexto paso que desarrollaré en el presente blog: compromisos.

Si buscamos la definición de la palabra “compromiso”, ésta deriva del término latino compromissum y se utiliza para describir a una obligación que se ha contraído o una palabra dada.

Así, podemos decir que una persona se encuentra comprometida con algo cuando tiene la voluntad de tomar acción con aquello que se ha propuesto o que le ha sido encomendado. Es decir, que planifica y actúa en pos de conseguir un objetivo, poniendo todas sus capacidades para conseguir llevarlo a cabo, siempre acorde o atento a las preocupaciones de quien encomiende la acción.

Cabe destacar que para que exista un compromiso es necesario que haya conocimiento. Esto significa que no podemos estar comprometidos a hacer algo si desconocemos los aspectos de ese compromiso, es decir, las obligaciones que supone y entender cómo dejo conforme o satisfecha a la persona que manifestó su interés en encomendarme una misión. En este sentido, el rol del líder del equipo es clave, pues es quien debe traspasar dicho conocimiento, contexto y sentido a los miembros del equipo y, no solo darles a conocer dichos aspectos, sino también motivarlos y comprometerlos con un proyecto.

Es importante que los miembros del equipo se sientan motivados, pues solo así lograrán comprometerse con los proyectos y desafíos que se les planteen. Según un estudio de Hardvard Business Review, los trabajadores felices son un 300% más innovadores y los equipos de trabajo un 33% más productivos. Asimismo, contar con equipos motivados en las empresas tiene un impacto de hasta el 51% en el ausentismo de los trabajadores en una empresa. Por último, se calcula que en Estados Unidos, las compañías pierden entre 450 y 550 billones de dólares anuales por contar con trabajadores poco comprometidos. Entonces, ¿en qué espacios hacemos que los equipos se comprometan?

Volviendo al plano de las reuniones, es clave que el líder sea capaz de dar a conocer cuáles son los compromisos que tiene cada persona y que sea capaz de motivarlos a cumplirlos. Obviamente cada solicitud realizada, debe ir acorde a las competencias y habilidades de los colaboradores. Asimismo, es importante proponer desafíos ambiciosos, pero siempre acorde a las capacidades de las personas, ya que de lo contrario, puede generar un efecto de frustración importante. De la misma manera, es recomendable que el líder realice un seguimiento post reunión del cumplimiento de los compromisos acordados. De lo contrario, la sensación de que se me exige y ni siquiera se evalúa mi trabajo, puede promover un clima de desmotivación y desidia importante.

Desde la perspectiva de los cuestionamientos, es clave dar sentido a lo que está haciendo el colaborador, haciéndole sentir que es muy relevante. Recordemos que no siempre las tareas desagregadas se comprenden si no tienen un contexto integrado, un foco o un objetivo claro.

Por último, es importante entender que tanto el líder como su equipo tienen la obligación de adquirir y cumplir compromisos. Por ejemplo, el líder puede exigir a su equipo el compromiso de puntualidad en el comienzo de la reunión, pero de la misma forma él debe también cumplir con el compromiso de un cuidado irrestricto en la puntualidad de los tiempos de inicio y fin de la reunión. No olvidemos que el líder es referente y ejemplo para su equipo y si él no cumple sus compromisos, el equipo tampoco se motivará a hacerlo.

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